5 claves para el ÉXITO académico
Cinco claves para el ÉXITO académico
Obtener el éxito académico es uno de los principales objetivos de los estudiantes en todos los niveles, pero especialmente en el nivel universitario. Es en esta casa de estudios donde se pondera hora a hora, día a día, al buen o al mal estudiante según el grado de éxito que logre conseguir en los diferentes exámenes a lo largo de su carrera. Pero no solo el aprobar o desaprobar, sino también el obtener notas “mediocres o sobresalientes”.
Pareciera que, o somos los mejores o somos nada. Tal es la vara de medición de nuestros éxitos en la era de la tecnología. Aquí rige la lógica binaria del 1 /0: sos un ganador ; o sos un perdedor. No hay medias tintas. No hay matices. Podemos observar que esta lógica opera en todas las esferas de la vida cotidiana, no solo en el ámbito académico.
El problema no es la búsqueda del éxito. Nadie podría estar en contra de eso. El problema reside en la devaluación de los fracasos.
¿A qué me refiero con esto?
Con la devaluación de los fracasos quiero decir que se le quita al fracaso su valor estructural en el aprendizaje. El fracaso no es visto como algo natural en un proceso de estudio; se lo ve como sinónimo de falta. Y una falta profunda de nuestro ser. El estudiante que desaprueba un examen, o que no obtiene la nota que cree merecer, no se pregunta ¿cuáles fueron mis errores? ¿Qué puedo aprender de ellos? ¿Cómo haré para corregirlos y evitar volver a cometerlos? Este estudiante no se pregunta nada en realidad ante un fracaso académico. Más bien afirma a toda voz: “SOY UN INÚTIL”.
El fracaso, el error, ha perdido su lugar privilegiado en los procesos de aprendizaje, para convertirse en aquello de lo que no queremos saber nada. Y lo que es más, se pasa del “desaprobé un examen” al “no sirvo para nada” tan rápido, que resulta sorprendente.
No bastan las frases de personajes famosos de la ciencia en redes sociales, para lograr comprender algo , que hasta parece un clisé: “de los errores se aprende”. Esto se ha dicho tantas veces, que para muchos suena ya a mentira. Y no es así: realmente de los fracasos se aprende; realmente para lograr un aprendizaje en cualquier aspecto de nuestra vida debemos fracasar. Y lo que es más, se pierde de vista algo sustancial:
“Es imposible alcanzar el éxito, sin fracasar”
Es una hermosa frase sin duda. Casi para enmarcarla. Pero debemos detenernos en ella una y otra vez hasta que se haga carne. No podemos aprender sin fracasar, sin cometer errores. Es como pretender correr una maratón de 10 km sin ninguna preparación, sin ningún tropiezo, falta de aire o desánimos previos.
PRIMERA CLAVE: PONDERE EL FRACASO
Lo primero que debemos entender para alcanzar el anhelado éxito académico, es que es imposible alcanzarlo sin fracasar antes. Sin errores, fallas, fracasos o como queramos llamarlos, no hay éxito posible. Lo único que vamos a conseguir si no queremos saber nada con los errores o fracasos va a ser el no estudiar o ejercitar para no chocarnos con ellos.
Veamos un ejemplo: si estoy estudiando una materia como física, y no tolero cometer errores; o cada error que cometo es una evidencia más de mi inutilidad innata, lo más probable es que me cueste muchísimo sentarme a estudiar y que casi nunca practique ejercicios o solo realice aquellos que ya sé resolver, porque los he visto en clase. Es decir, el no querer saber nada del fracaso durante el aprendizaje, llevará inexorablemente a la falta de estudio. Nuestra mente nos ayuda a esto, nos evita el disgusto de toparnos con nuestras faltas, errores o fracasos. Entonces, a la hora de estudiar, nuestro cerebro podría seguir el siguiente razonamiento: es probable que si estudio o practico me encuentre con los errores, faltas y fracasos; entonces, como no soporto estos errores y los pondero como faltas de mi ser, no voy a estudiar; mejor me distraigo con alguna serie, “meme” o video.
Debe quedar claro que no estamos hablando del perfeccionismo, que es una característica que puede llevar a no querer encontrarnos con el fracaso; de lo que aquí hablo es de cambiar la mentalidad en serio. Estoy hablando de buscar el fracaso en el momento del estudio. Así es, BUSCÁ EL FRACASO AL INTENTAR APRENDER UN TEMA. Siguiendo el ejemplo de física, buscá realizar ejercicios complicados, desafíos constantes, EQUIVOCATE, PREGUNTÁ, CORREGÍ EL ERROR Y BUSCÁ NUEVOS DESAFÍOS. A Esto le llamo ponderar el valor del fracaso.
SEGUNDA CLAVE: PLANIFICÁ TU ESTUDIO
A la hora de aprender correctamente una asignatura, no basta con sentarse a estudiar en horarios preestablecidos. Esto es un punto muy importante, como fue mencionado en otros capítulos, pero además el estudio debe estar completamente planificado. Imaginate que tenés que viajar en auto de un punto a otro del país. Además de tener planificado el horario de salida y el de llegada, para lograr un viaje exitoso, también debés planificar los destinos intermedios, las paradas para cargar combustible, para almorzar, merendar, desayunar o cenar, para ir al baño, etcétera. Si planificás cada uno de los puntos intermedios, sin duda alguna vas a alcanzar el éxito, llegando a tu lugar de destino a la hora programada. Este mismo principio fundamental y que responde claramente al sentido común, debe aplicarse al estudio. No solo necesitamos saber en qué momentos vamos a estudiar, sino que también debemos tener finamente detallado qué vamos a estudiar en cada momento. DEBEMOS CONTRUIR NUESTRA HOJA DE RUTA PARA EL ESTUDIO. Esto es saber qué estudiar, cuándo, dónde y cómo estudiarlo.
TERCERA CLAVE: PLANIFICÁ TU ESPARCIMIENTO U OCIO
Para lograr buenos aprendizajes, no solo es necesaria la planificación del estudio como hemos mencionado en la clave anterior. También debemos planificar en nuestra agenda los momentos precisos que dedicaremos a estudiar, asistir a clases, repasos y demás; pero también los momentos precisos donde nos dedicaremos a descansar y a divertirnos. Debemos darle tanta importancia al estudio, como al esparcimiento. Matarse estudiando 8 horas de corrido equivale a la nada misma, sin descansos intermedios. Nuestro cerebro necesita descansar para fijar los conocimientos.
NO EXISTE APRENDIZAJE ALGUNO SIN DESCANSO.
CUARTA CLAVE: NUTRITE CORRECTAMENTE
Mencionamos que es imposible lograr un aprendizaje verdadero sin dedicarnos también a descansar y a divertirnos. De la misma manera, no podemos pretender que nuestro cerebro construya conocimiento si no lo nutrimos correctamente. Parece una obviedad, pero muchos estudiantes no desayunan o desayunan mal. Es increíble la cantidad que directamente no almuerza y vive a base de cigarrillo y café. Pretender el éxito académico sin respetar las comidas básicas, en especial el desayuno, es como pretender hacer ese viaje en auto mencionado sin cargar combustible.
NO EXISTE APRENDIZAJE SIN ALIMENTACIÓN.
QUINTA CLAVE: HAGA ACTIVIDAD FÍSICA
Los beneficios de mantener una rutina de actividad física periódica son inconmensurables. Nunca se exagerará en nombrarlos:
· Mejora la frecuencia cardíaca y respiratoria
· Permite un mayor caudal de oxígeno y nutrientes a nuestro cerebro.
· Aumenta el nivel de actividad cerebral
· Aumenta la sensación de bienestar general
· Mejora el sueño y el descanso
· Previene trastornos del estado de ánimo como la depresión.
Cuando hablamos de actividad física, no necesariamente hacemos referencia a la práctica de algún deporte. Realizar práctica física no tiene porqué ser inscribirse en algún equipo de algo o ir al gimnasio todos los días. Tranquilamente puede ser media hora de trote diario, una hora de caminata diaria, una hora de bicicleta, etcétera. De lo que se trata es de evitar el sedentarismo. Evitar descansar de las largas horas de estudio mirando series o películas, mirando memes o tendencias en redes sociales o videos en youtube. SALÍ DE TU CASA, HACÉ ACTIVIDAD AL AIRE LIBRE
Estas claves resultan ser aspectos fundamentales para lograr el éxito académico. Entendiendo a este último como el progreso en la trayectoria educativa de cada estudiante.
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